Y resultó que el esperado 2010 le toca llegar a su fin, como
todos los anteriores y como todos los años venideros.
Pudiera ser que, para la generación del 92, haya sido un año
realmente importante en nuestras vidas por todo lo acontecido desde el día de
S. Manuel hasta el de S. Silvestre.
Atrás quedan ya aquellos primeros texto que publicamos en
nuestro humilde blog abocados a la incertidumbre, pesimismo... pero también a
las ganas de de cerrar un ciclo y abrir otro, el asomarnos a un mundo
desconocido para la mayoría de nosotros.
Hemos vivido la crisis, esa que depende del mes o del día o
de la hora está tocando a su fin o vuelve a tener un nuevo “reajuste
presupuestario”
Hemos visto como se hacían los sueños de muchos de nuestros
mayores, ver a la selección de futbol ganar su primer mundial
Hemos visto también cómo llegaba septiembre y se nos venía
encima un aluvión de dudas, otra vez, de nuevo incertidumbre y por fin esa vida
universitaria que ya se han encargado las películas de mitificar… espero que en
lo que nos queda de carrera al menos algo de todo lo que dicen sea verdad, de
momento parece que va a ser que… sí.
Mientras tanto seguimos hacia adelante, nuevos retos, unos
más cercanos que otros, incluso algunos se convierten en deseos, que, aunque
los llamen así se cumplen o por lo menos deberían.
Como en todo los cambios no son radicales, ni falta que les
hace, pero una progresión hacia adelante se ha producido, que con el tiempo,
nos hará olvidar aquellos momentos vividos en el colegio, en el primer día de
en la facultad… no saber dónde ir a por las fotocopias o los más ridículo del
mundo, no saber decidirte ante una máquina de café mientras los veteranos te
miran con caras absurdas en tanto que tú estás por recordar que todos han
pasado por el trance de saber que coger: si café de avellana o un cappuccino…
Ya metidos en harina y a poco mas de 3 semanas para empezar
con la primera tanda de exámenes universitarios se da uno cuenta de que pocas
cosa en la vida te obligan a decir que el fin justifica los medios… y es que en
esta ocasión no que más remedio que inflarse a estudiar simplemente por una
beca, como meta más inmediata, un ERASMUS, al que solo vamos poder aspirar por
nota, ya que nuestro querido Plan
Bolonia nos ha vetado de inglés ya no como una asignatura normal y corriente,
ni siquiera como optativa…
Desde luego y a pesar de las penurias estudiantiles, en la
universidad se vive realmente bien, un ambiente lleno de ideas, mejores o
peores, pero al fin y al cabo ideas.
Se esté haciendo lo que se esté haciendo, sea vocacional o
no de algo estoy seguro, y es que los dieciocho años marcan un antes y un
después se sea universitario o no. Y es que ese espíritu es el que ha de
prevalecer por encima de todas las cosas, el espíritu arriesgado, ganador y
porque no, algunas veces, algo suicida pero que nos impulsa hacia adelante.
Sin más el año se acabó tras doce meses al igual que todos
pero no de la misma manera ni que el resto…
Desearos a todos un feliz y próspero año nuevo e intentad
que el próximo sea lo más parecido a este o incluso mejor, nada es imposible.
Pablo J.