Nuestros informativos en 4 minutos.

jueves, 9 de septiembre de 2010

Dulces 18.

        26 de Agosto. Hoy cumplo 18 veranos. Y como tal, y al igual que el resto de jóvenes españoles, recibo una espléndida felicitación por parte de nuestro gran presidente Pepeluí. Alcanzo uno de los periódicos más cercanos y me deleito con su portada. Esto ya promete. Juana de Arco reencarnada en una inverosímil ministra de… ¿Sanidad?; huelgas de controladores aéreos, mientras AENA continúa haciendo nada; viajes de la I Dama Mundial… perdón, de autoridades extranjeras con las que Pepeluí, hace honor a eso de “si tú te tiras, yo me tiro”, y que, milagrosamente, y contra todos los pronósticos, sacarán al país de esta crisis finalmente y a duras penas reconocida; el desastre de la denominada “Generación Perdida”; las negociaciones “formales e informales” del Gobierno con ETA; el aumento del paro, que sobrepasa notablemente la media europea…


        Por dónde empezar. Una combinación explosiva. Una postre ácido. Rico, rico. Yo, que creía que los 18 años serían una época gloriosa, que empezarían los “años dorados”, en los que poder protestar y te hicieran caso… ¡Zas! Si tienes 18 años, estás sentenciado y cansado de ser un “crío” y de que tu madre te diga que eres un “jodido-vago-de-mierda”, tu vocabulario se reduce a “¡jaaaaa chacho!”, “no me rayes, necesito mi espacio”, “préstame pasta, tío”, “joder qué coñazo”, “¡soy un chulo chuleta y me voy de fiesta a la nave con un peta!”… ¡Esto es para ti, tron! Porque con nuestra super-oferta “¡BE SPANISH!”, además de aprender spaninglis a trompicones, podrás: ir a la cárcel, hacerte corrupto, sacarte el carnet de conducir y que te quiten los puntos a la semana, destrozar cosas y declararte insolvente, hacerte corrupto, hipotecarte hasta las cejas, pedir trabajo y que te den en tu hermosa e inmaculada cara, hacerte corrupto, acabar con el acné, afiliarte a un partido, morirte de hambre, que tus padres te echen de casa, hacerte corrupto, ser “guay” porque ya tienes las claves de tu DNI para entrar en el Ministerio a pedir becas y ayudas ficticias, hacerte corrupto, cambiarte de sexo, llamar a la teletienda, ver “SAW”, entrar en el casino, casarte, meterte en la mafia, hacerte corrupto, comprar alcohol, sacarte el permiso de armas, hacerte corrupto, tener trastornos mentales, empezar a hacer cuentas y ver que no cuadran, llamar a Zuleidi de CanalClub a que te lea el futuro… futuro…

        El futuro se presenta oscuro, pinta un otoño regido por esa “austeridad” que no han seguido nuestros líderes y que a partir de ahora es de obligado cumplimiento. Nos llaman la “Generación Perdida”. ¡JA JA JA JA JA JA! Y yo me pregunto por qué. ¿Porque alrededor de un tercio de la juventud abandona sus estudios? Me carcajeo. Pretenden que los jóvenes alcancen grandes metas cuando para la mayor parte de los empleos, exigen experiencia, con lo que, desvinculan a los jóvenes de dichos trabajos. Éstos, a su vez, continúan con sus ganas de trabajar y de superarse, pero al no concederles un voto de confianza, nunca alcanzarán la experiencia requerida para sus ansiadas profesiones y para aquello en lo que se han formado. Por lo tanto, se ven inmersos en una ola que les conduce a trabajos mal remunerados e inferiores a su capacidad. ¿Y se siguen preguntando por qué los jóvenes estudiantes se desmotivan? Pero sigamos por nuestro camino de fango… Nos encontramos con su santidad Pepeluí, que pretende que el número de parados en España descienda con un método muy sencillo. Ofreciendo mil y una oportunidades para que los jóvenes continúen estudiando, para que accedan a universidades o centros, y así desciendan las cifras del paro y se vea saneada su reforma educativa de pacotilla. Y es que, en 2010, ha aumentado el número de futuros universitarios. Toc toc toc tiqui tic toc. ¡Magia! Ni Harry Popopotter consigue algo así.

        Pero este aumento se tiene que deber a algo, un motivo tiene que originar dicho acontecimiento, y es que nosotros los jóvenes poseemos la tasa de paro más elevada de toda Europa y qué manera mejor de “intentar” infructuosamente reducir las cifras para evitar el temido numero de los cinco millones que ocupándonos ya obligadamente a ser universitarios.

        En un país democrático como el nuestro no prima precisamente ni la democracia, ni la tolerancia y eso que algún día alguien aventajado y grandísimo comunicador con un fastuoso don de palabra llamó TALANTE. Y es que en los tiempos que corren la máxima utilizada por este nuestro gobierno y correspondiente oposición es la de: o estás conmigo o contra mí.

        Desgraciadamente esta es la tónica que sigue nuestro país y el mundo en general, donde los extremos aparentes no lo son en realidad tanto al final vienen a decir lo mismo y a confirmar lo un hombre hace unos milenios dijo “en el término medio esta la virtud”.

        Y es que nosotros, poseedores de la juventud, de unos dieciocho años que sabemos que ya nadie nos los va a quitar, tenemos la obligación de ser los promotores de la revalorización de los valores que realmente hacen que individuo a individuo se cree una sociedad justa gobernada por personas comprometidas no con su propio beneficio si no con el beneficio de todos. Nosotros somos capaces de ver con cierta distancia en los errores que en un futuro no del todo lejano nosotros mismo podremos caer, para ello un criterio firme solido y construido desde un fundamento básico ya casi perdido hoy , la solidaridad, seremos capaces de poder esquivarlo o al menos evitar lo mayor de las dificultades venideras que otros nos han puesto en el camino.

        Pero no seamos catastrofistas y perdamos la fe en la humanidad ni caigamos en el error de ser los salvadores ni los poseedores de la buena nueva, ya que, con nuestros humildes dieciocho nos queda mucho camino por recorrer, aprendiendo de los errores, aprendiendo de otros y como no aprendiendo de nuestros mayores, pues la mejor manera de no repetir errores en este caso del pasado.

        Pablo J. & Ana Esther. (Primer texto conjunto).