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jueves, 1 de abril de 2010

La tradición.

 La tradición, que en nuestros días se encuentra en horas bajas, aunque no queramos, la llevamos con nosotros desde que nacemos, y que dejamos como la mayor de las herencias a nuestros hijos.
 Hoy día, y aparentemente, tradición y juventud no casan bien, ya sea por ese supuesto espíritu revolucionario e inconformista que nos han atribuido no del todo cierto.
 Claro está que la juventud tiene el derecho y el deber de cambiar y hacer evolucionar la sociedad, pero nunca olvidad de donde procede.
 Hay que ser humildes, los valores que hemos heredado de nuestros padres así como las tradiciones no deben ser perdidos, sino tomados como un préstamo. El mero hecho de de mantenerlas no implica una actitud arcaica, pese a que mucha gente piense y diga de aquella que actuamos así nos califiquen como “carcas”, antiguos… y no es eso ni mucho menos, simplemente, es respeto por lo que nos identifica como pueblo.
 Así mismo, deberíamos mantener y respetar nuestro folclore tanto en el ámbito más individual como el de la familia hasta llegar al más internacional, porque es lo que nos identifica como sociedad.
 Pese a estar un mundo globalizado, queda el ejemplo de sociedades que aun mantienen sus costumbres y que a nosotros nos parecen fascinantes y, ¿por qué hemos perdido las nuestras? Que nuestra cultura occidental avance no implica que nos olvidemos de ellas, tampoco permanecer anclados a las mismas; pero sí un término medio en el que puedan convivir ambos estilos de vida, con el que avancemos hacia el futuro pero sin olvidarnos de nuestras raíces para no cometer errores del pasado.
 En definitiva, y como en casi todo, en el término medio esta la virtud, y el arte de compaginar tradición con el mundo moderno nos enriquece de manera individual y como sociedad, a tenor de que algunos renieguen de sus raíces y tradiciones que les han forjado y ayudado a ello como personas.

Pablo J.

5 comentarios:

  1. esta bastante bien a pesar de que poca gente de hoy en dia acepta las tradiciones.....

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  2. Tu tienes unos habitos como todo el mundo no? eso es la rutina.
    Las tadiciones van mucho mas a ya,son expresiones culturales de la sociedad que perduran a lo largo de la historia a diferencia de las rutinas que que pueden ser sustituidas por otras.

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  3. estoy de acuerdo contigo estamos perdiendolo todo... la sociedad ya no es lo que era antaño... un articulo de diez, seguid asi.

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  4. Buenas, soy nuevo aquí.


    ¿Puedo comenzar siendo crítico?

    Es la segunda vez que leo eso de que algo "en nuestros días se encuentra en horas bajas". Creo que ahí os equivocáis. Las cosas no están en su mejor momento o inutilizadas, al menos aquellas a las que os habéis referido.

    Simplemente las cosas cambian. Si siempre nos atenemos al pasado, a lo que ha ocurrido, a lo que conocemos, continuamente cualquier paso que demos nos parecerá una aberración. Hay que dejar las cosas fluir. La cultura no es el flamenco, los toros y la paella. La cultura es el conjunto de manifestaciones en cualquier ámbito que experimenta un pueblo en una determinada época. La cultura cambia, se transforma, evoluciona. Y para ello, elimina, recoge, subraya y tacha lo que necesita. Es un ente vivo, toda la sociedad es un ente vivo que va cambiando con el paso del tiempo. La cultura nunca es buena o mala, tampoco la sociedad. Es lo que es. Porque no se puede juzgar la bondad o maldad de algo si ésta está determinada por un hecho histórico. Hubo un tiempo en el que lo que se consideraba culto, tradición, era ir a conciertos de música clásica. En otro, pintar sobre las paredes de piedra. Ahora se ve con admiración el trabajo de Keith Haring, o los dibujos de Kilroy. En su momento fueron suciedad, deterioro de la ciudad, hoy es parte de una cultura ya pasada.

    Pero sí es cierto que la cultura no hay que olvidarla. Lo que no hay que hacer es intentar renacerla, volver a empujarla. No soporto todos los movimientos renacentistas como el neogótico, el neorománico, el neoclasicismo... hay una cosa para cada momento, y un momento para cada cosa. Hay que conservar el Coliseo, pero si tengo que ir a un concierto de Vetusta Morla, por decir alguno cualquiera, prefiero que sea en una sala acondicionada con Heinekens bien frías. Y eso no es menospreciar el arte, ni la cultura, ni nada. Sino adaptarse.


    Esa es mi opinión.

    (Toma ya, pedazo de comentario)

    Seguiré leyéndoos. ¿Habéis leído "El mundo según Larry"? No sé por qué, me recordáis a él.

    Mucha suerte,


    David.

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