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sábado, 13 de marzo de 2010

Artículo del lector: "maltrato animal."

          Esta semana, os dejamos con otro artículo más del lector, en esta ocasión su autor, David G, expone el problema taurino, sabemos que se trata de un tema polémico, fresco y muy vigente actualmente, os invitamos a expresaros y a exponer vuestra opinión.

          Les voy a contar una cosa curiosa. Ayer tarde, estaba en clase de etología aplicada a los animales de compañía y entre datos relativos al número de perros abandonados en España y porcentajes diversos me encontré con un dato que me sorprendió soberanamente. El dato en cuestión trata de un apartado que aparece en el código penal desde el 2004 y que trata "de lo relativo a la protección de la flora, fauna y animales domésticos". Pues bien. En este apartado se dice que el maltrato grave de animales domésticos es delito. El profesor matizó que que con animales domésticos no nos referimos solo a animales de compañía, léase perros y gatos, sino también a aquellas especies que el hombre ha domesticado, que ha tomado para sí y no se encuentran en estado salvaje.
          Pues bien, ese apartado especifíca que "es delito grave el maltrato con ensañamiento o injustificadamente causandole la muerte o lesiones con grave menoscabo físico al animal". Y estoy citando textualmente lo que el profesor nos presentó con sus diapositivas. Inmediatamente me vino una idea clara a la cabeza. El toreo segun esta es legalmente un delito. Es decir, una corrida de toros en la que se produce un ensañamiento (banderillas,estocadas,varias en algunos casos...) produciendo finalmente la muerte del animal es el ejemplo claro para lo que se creó la ley. La pena y sigo escribiendo textuamente es "de tres meses a un año de cárcel y la inahabilitaciñon especial de uno a tres años para el ejercicio de profesión o comercio que tenga que ver con los animales."
          Una vez terminada la clase no podía dejar de pensar en esa incongruencia. Que una actividad que es teóricamente delito siga siendo objeto de fiesta nacional ya perturba a cualquiera. Pero que sea seguido por tal cantidad de gente, mueva tal cantidad de dinero, esté apoyada por un elevado número de instituciones y en el que los infractores ya no solo no son castigados si no que son premiados, deja anonadado.
          Y ya no hablo de la moralidad o no de la acción o lo humano o no que és. Simplemente quiero enfatizar que según puedo yo desde mi ignorancia interpretar la ley es delito, pero sin embargo se televisa y anuncia. Si todos nos asqueamos de los dueños que usan sus perros para peleas (otro caso extremo en el que se aplicaría esta ley), y les queremos enviar cuanto menos a la carcel, por qué damos premios de las bellas artes a un personaje que, repito, comete un delito.
          Quisiera aclarar un pequeño detalle pues algunos defensores de los animales, vegetarianos... no aceptan el maltrato de los animales en mataderos... solo quiero recalcar, más allá de lo moral o inmoral que pueda parecer, que eso no sería delito pues no existe ensañamiento y existe una justificación, que se puede aceptar más o menos.

          David G.

sábado, 6 de marzo de 2010

Artículo del lector... "La felicidad"

          Nuestro primer artículo recibido, su autora, Esmeralda, esperamos que os guste, y ya sabéis, discrepad, comentad...


          Esta tarde, mientras caminaba despacito de vuelta a casa, decidí entrar a un quiosco y comprar una bolsa de pipas. Al final acabé comprando una revista masculina. Nunca había comprado una, ni siquiera la había ojeado... pero esta vez debía hacerlo ya que en la portada aparecía Eduard Punset. Antes de nada deciros que me declaro una fan incondicional de este divulgador científico que además es economista. Hay chicas que pierden la cabeza por Brat Pitt, otras lo hacen por algún producto nacional a lo Noriega y yo daría lo que fuera por encontrar a un chico como el “yayo” Punset.
          Llegué a casa y tras tomarme una infusión me sentí preparada para descubrir ese mundo que se habría frente a mis ojos. Para mi sorpresa, más allá de lo erótico, de los últimos modelos de coches y alguna que otra información sobre moda y decoración encontré una cultura musical al más puro estilo “indie británico”, un reportaje fotográfico de gran calidad e incluso un consultorio amoroso. Me horrorizó descubrir que me interesaba más aquella que la mayoría de revistas “para mujeres”, que en verdad son "para cierto tipo de mujeres”.
          Estaba ansiosa por leer el artículo de la portada, pero antes opté por revisar la “CUORE” y comparar ambas publicaciones. Tras mirarla por encima la tiré a la basura. ¿Sabéis cual era el tema central de la revista? “Sin tetas también hay paraíso” A este se le sumaban otros en la misma línea : “Las famosas y el photoshop” “Como quitarte esa celulitis”...
          Volví a coger la revista que desde ahora nombraré “para hombres y muchas mujeres” y tras emocionarme con Punset decidí ponerme manos a la obra con mi primer artículo.
          Hace tan solo un par de días terminé “El viaje hacia la felicidad” uno de los best-seller de mi amor platónico paternal. En él hablaba de la felicidad, tema , en un principio central, de este primer artículo.
          Pero la vida está llena de casualidades, o mejor dicho causalidades que me llevaron hasta ese quiosco, hasta esa revista, hasta este texto. Aún así he decidido comentar la jugada de forma breve y concisa; iré al grano del asunto:
          "La felicidad. Todos la buscamos y sin embargo no sabemos a qué nos referimos exactamente. De hecho nos empeñamos en ser “felices para siempre” cuando lo que más gusta es su fugacidad. Si siempre fuésemos felices la felicidad no existiría."
          Otro factor determinante es nuestra cabezonería por ser infelices. Ya podemos ganar la lotería, encontrar un trabajo en tiempos de crisis, gozar de cierta estabilidad económica y social que seguiremos deprimidos ¡Pero qué loco está el mundo!
          ¡Y es que nos afecta todo! Lo que nos concierne y lo que no. Quizás el “quid” de la cuestión resida en el respeto (al menos esa es mi opinión). No somos felices porque no respetamos que los demás lo sean; sigo sin saber qué es la felicidad pero debe ser como el amor, no se busca, se encuentra. Como dice Eduard Punset “La felicidad se encuentra en la sala de espera de la felicidad.”
         
          Esme.