Y una vida comenzó, allá hace uno meses pesábamos que una
nueva vida, un mundo desconocido, una aventura personal que cada uno de
nosotros viviría de un modo diferente y disfrutando de ella como buenamente se
pudiera; pues desde esa nueva vida desde ese mundo inexplorado que se prometía
muy novedoso mis más cordiales saludos.
En efecto llevamos en harina, yo por lo menos, ya un mese y
unos días de clase, la pregunta es evidente, ¿ha sido un cambio tan radical
como vaticinábamos? Es probable, es muy probable que si pero no somos
conscientes de ello, un nuevo ambiente, nueva gente, gente diferente, venida
desde todos los rincones de la ciudad, provincia, comunidad país, incluso desde
todo el mundo, compartimos bajo un mismo techo, el de la forja de un “futuro”,
el techo de la juventud y ganas de libertad.
Queda patente que la libertad tan ansiada durante tiempo sin
saber dosificarla incluso abruma. Solo la buena gestión de la misma puede hacer
llevadero, apacible y sin disminuir ni
un ápice esas ganas con las que el primer día empezamos, esas ganas por estudiar
y por hacer lo que realmente nos gusta, esa extraña sensación de pensar y creer
que tras quince años estudiando o algo parecido asignaturas que pensado
fríamente ahora de poco nos sirven.
Habrá veteranos que digan que no todo es de color de rosa,
personalmente a mí me gusta creerlo, es más, es posible hacerlo asi.
Desde luego que la libertad de elección en que estudiar es
un grado importante, pero presuponiendo eso, ya solo queda en manos de uno
mismo hacer el camino mas o menos llevadero, apacible, incluso cómo, a pesar de
que cuando vengan mal dadas nos acordemos de la buena vida de años atrás.
En verdad es bastante agobiante y duro saber que lo que nos
espera al final de este camino según están las cosas va ser de nuevo un abismo…
pero si mal no recuerdo hace unos cinco seis mese a las puertas de la
selectividad esta opinión era generalizada, y que yo sepa nadie murió por caer
se a ese aparente abismo insalvable que nos separaba de la vida real.
Hay quienes una vez ya metidos en “berenjenal”
pretenden desertar, dejarlo por imposible o se desilusionan sin más, yo digo que solo
por llevar la contraria a uno mismo y por ser mas testarudo que el propio
subconsciente de uno mismo seguro que merece la pena seguir y aguantar,
pensemos que estamos aquí voluntarios, y hemos elegido estar haciendo esto, por
lo tanto hay que aguantar a las duras y a las maduras, siempre hay una
recompensa al final , por muy oscuro que se vea.
Tanto en Periodismo, Geografía o alguna Ingeniería, todas
ellas poseen su dificultad, cada una en su ámbito pero sin menos preciar una u
otras, es mas es posible que esas carreras de pinta y colorea como algunos
llaman, precisamente a esos de haber estado ahí dentro se les haría cuesta
arriba incluso con algún extraplomo…
Pero no estamos aquí para moralizar desmentir o mentir, si no
para celebrar que como decía al principio estamos en una nueva etapa de nuestra
vida, una nueva realidad ni mejor ni
peor, simplemente diferente, pero lo suficientemente peculiar o inexplorada
como para seguir investigando, avanzando y experimentando en eso que llaman
ensayo-error o también llamado vida.
Pablo J.